Silvia Fernández Barrio reveló un impactante dato de la boda de Susana Giménez y Roviralta
Silvia Fernández Barrio fue la cara visible de los noticieros más exitosos de los años 80. Durante una década encabezó el emblemático Nuevediario, el noticiero estrella del Canal 9 Libertad, dirigido por Alejandro Romay. Pero se alejó de la televisión en 1994, luego de una fuerte pelea con Chiche Gelblung en el ciclo Memoria.
En el 2013 retornó a la pantalla chica para sumarse al panel de Intratables, tras dedicarse durante dos décadas a diferentes emprendimientos alejados de las cámaras y el periodismo. Desde entonces ha transitado diferentes programas, tanto en el estudio como en la calle en el rol de movilera.
En una entrevista reciente, Silvia contó una incómoda situación que le tocó vivir cuando cubrió uno de los eventos más importantes de la farándula ochentosa: la boda de Susana Giménez y Huberto Roviralta, celebrada el 5 de diciembre de 1988 con una fastuosa fiesta en el Hotel Alvear.
La increíble actitud de Huberto Roviralta con Silvia Fernández barrio el día de su boda con Susana Giménez
Ese matrimonio terminó de manera abrupta diez años después, cuando Susana descubrió una infidelidad del polista con la vedette Flavia Miller y lo echó de la casa de Barrio Parque tras tirarle un cenicero por la cabeza y luego de un acuerdo de divorcio que le costó 10 millones de dólares.
Según las recientes revelaciones de la periodista en una entrevista con Héctor Maugeri para +Caras, ese matrimonio arrancó mal desde el vamos. Fernández Barrio relató que durante una nota que le hizo a la pareja en el momento del casamiento, él “mostró la hilacha”.
“Mirá con quién se casó Susana. Estábamos haciendo estas notas del casamiento y le digo a Susana que tengo que hacerlo a Huber también. Estábamos en la mesa del comedor y me dice ‘olvidate, Huber no va a hablar'”, comenzó el relato la periodista.
Pero, según sus dichos, poco después llegó el expolista, a quien hasta el momento no conocía. Ella le pidió la nota y él aceptó, algo que provocó que Susana Giménez la felicitara, porque no era habitual que Huberto quisiera hablar con la prensa. Los novios se ubicaron de un lado de la mesa y Fernández Barrio, del otro.
“No puede ser tah hijo de…”
“Empiezo a hacer la nota y siento que una pierna sube por mi pierna (haciendo el gesto tocándose la suya), y dije no puede ser tan hijo de tal por cual… Yo seguí haciendo la nota, me fui, no lo conté nunca. Esta es la primera vez que lo cuento… Yo no lo podía creer”, dijo la periodista, todavía sorprendida por la actitud de Roviralta el día de su boda, con su famosa mujer al lado.
Muchos años después, Silvia se cruzó por casualidad con Roviralta, quien ya estaba divorciado de Susana Giménez. Según relató en la charla con Maugeri, sucedió en el El Cielo -el clásico boliche de Punta Carrasco- donde el ex polista le recordó, sin ningún pudor, “vos y yo tenemos algo pendiente”, haciendo alusión al incómodo momento que protagonizó en su propia boda años atrás.
